domingo, 15 de abril de 2012

EFECTOS VISUALES


En el cine se utilizan diferentes técnicas y efectos visuales para conseguir que personas o cosas pequeñas parezcan grandes y que otras más grandes aparenten ser pequeñas.

En El Señor de los Anillos, los hobbits necesitaban aparentar unos 90 o 120 centímetros de altura, muy poco en comparación a otros personajes. Para lograr estas diferencias de estatura entre hobbits y, por ejemplo hombres, utilizaron técnicas convencionales, como subir a un actor en una silla y poner a otro de rodillas, y otras muy sofisticadas. A menudo, esto se conseguía utilizando la perspectiva forzada.

PERSPECTIVA FORZADA


Una ilusión óptica utilizada en el cine es la técnica de la perspectiva forzada, que engaña a la vista jugando con la perspectiva: nos hace ver maquetas pequeñas como escenarios reales y gigantes. La perspectiva forzada en el cine se basa en colocar algo cerca de la cámara y otra cosa en la parte de atrás para que parezca que los dos objetos se encuentran a la misma altura y dé la sensación de que el objeto cercano es mucho más grande de lo que en realidad es. Juegan así con la perspectiva (la profundidad), la escala y la distancia de la cámara:


Para hacer la perspectiva forzada más interesante, los creadores de El Señor de los Anillos idearon un nuevo sistema consistente en un elevador y una plataforma. Lo innovador es que la cámara se movía, lo que normalmente es imposible puesto que en la perspectiva forzada, si mueves la cámara, se desvela el truco. Cuando la cámara se movía, los actores también se movían mediante este sistema para que la perspectiva siempre fuera la correcta.


AMES ROOM


La “Ames Room” es una habitación distorsionada que se utiliza para crear una ilusión óptica. Esta habitación está construida de tal manera que vista desde un determinado ángulo aparenta ser una habitación cuadrada normal pero, sin embargo, la habitación es trapezoidal: tanto las paredes, como el suelo, el techo, los muebles... están inclinados.

Al ser una habitacón trapezoidal, hay una esquina mucho más lejos que otra pero el cerebro no se da cuenta puesto que la ve cuadrada. Así, nos hace pensar que una persona situada en la esquina lejana es mucho más pequeña que otra persona en la esquina de cerca, sin serlo en realidad. Además, una persona caminando hacia delante hacia atrás desde una esquina hacia otra, parece que aumenta y disminuye.

Este es un vídeo en el que podemos observar la habitación “cuadrada” (y los resultados que se obtienen) y la habitación tal y como es en realidad.



BIBLIOGRAFÍA


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